No suelo pensar en esta etapa de la vida, cierto es que todos pasamos por ella, pero no es un tema central en el anime, que series existen, eso es innegable por mencionar: Amaama to Inazuma, que toca el tema de la niñez, con Tsumugi una pequeña que vive con su padre despues de perder a su madre y como ellos tendran que arreglarselas para sobrellevar el día a día, sobre todo en la cocina, pero es la serie, se réplica más la situación de un hombre joven que tiene que volverse padre soltero y como cuidar a su pequeña hija, el papel de Tsugumi en la serie es muy bueno, pero en el fondo la serie no trata sobre la niñez y como este caso también están Aishiteruze baby o Usagi Drops.
Non non biyori es lenta, o bueno seria más justo decir que es calmada, una vez escuche que el anime no trabajaba sus planos como en cine y estoy de acuerdo, pero en la serie es habitual que una imagen se quede por varios segundos estática, lo que increíblemente transmite muchísimo, se nota que Kikuchi el director del anime buscaba mostrar el valor de los pequeños detalles y como muchas veces los dejamos pasar, es ahí donde la serie saca pecho, en otro caso podrían llenarse esos espacios de quietud con secuencias que mantuvieran tus ojos en la pantalla, pero aquí es resultado es tan orgánico que te mantiene atento, la serie logra transmitir esa sensación de aventura y como las cosas más simples nos regalan momentos únicos, momentos dignos de recordar, desde el derribar de la regla enemiga, hasta el hada Funky. Otro aspecto es que viven en el campo, lo que de inicio nos regala escenas divertidisimas, como aquella en la que Komari y Hotaru se adentran en la montaña con una sola linterna o esa otra escena en la que Natsumi se entera de la diferencia en los valores de evaluación entre primaria y secundaria, toda la serie respira ese ambiente, nunca se cae en el absurdo total y aun así te sorprende, Non Non Biyori me gusta, porque estos momentos, no llegan por sí, representan como estas 4 niñas van conociendo el mundo que las rodea, muchas de estas situaciones se dan por el desconocimiento o el miedo a un mundo enorme y lleno de sorpresas, por eso entiendo cuando la serie se frena y nos regala un plano de las montañas, con el mero sonido del ambiente o las voces de nuestras heroínas, me voy a detener a hablar en detalle de ellas, no es algo que haría normalmente, pero mi punto lo necesita.
RENGE MIYAUCHI.
La más pequeña, su personaje es sensacional, esta llena de "personalidad" y entusiasmo, cada momento que pasa busca algo nuevo, a veces se equivoca o no acaba de entender su entorno, crea una esencia única, esto la convierte en el personaje perfecto para hablar de como un niño se enfrenta a la perdida, no es muy expresiva visualmente, pero sus diálogos a veces extrovertidos o incluso difíciles de seguir, muestran perfectamente el reto de tratar con un niño de su edad, sin duda tiene momentos increíbles en la serie, pero me voy a quedar con el increíble tiempo y tacto del capítulo donde capturan a las "tortuguetas".
HOTARU ICHIJOU.
Es mayor que Renge, pero más alta que todas, sin duda muestra a un personaje maduro, que llega no solo a una nueva escuela, si no a una nueva vida y como tiene que acostumbrarse a ella, es quizá el personaje menos introvertido de las 4, con ella podemos ver como un niño encara el amor, no me quiero estancar en el romance, es más ese sentimiento de ganar nuevos amigos y como se forman las relaciones más duraderas, si me quedara con una escena que la representará sería, sin duda, la de su llegada cuando le pregunta a su madre, si podrá hacer nuevos amigos.
NATSUMI KOSHIGAYA.
Mayor que las otras 2, pero mucho mas inquieta, su personaje nos recuerda esa etapa de la pubertad, la rebeldía y el desconocimiento de los límites, esa lucha por la "libertad", el deseo de vivir a su manera y el rechazo a las cosas que no te interesan, esa etapa donde las responsabilidades aparecen, pero luchas para evadirlas, habla de la etapa de la niñez donde más que cualquier cosa quieres divertirte con tus amigos, de Natsumí me quedaría con el momento donde adivina el destino de Komarí.
KOMARÍ KOSHIGAYA.
La mayor de todas, aunque baja de estatura, ella sin pensarlo refleja la adolescencia, sus dudas, sus miedos, su comportamiento, no deja de ser una niña que quiere comportarse como una adulta madura, es increíblemente inocente y temerosa, su diseño va de la mano con su personalidad, cuando hable de Hotaru, dije que mostraba un personaje maduro, sin embargo, de las 4 Komarí es la más madura, no solo porque encara sus responsabilidades, digo su comportamiento es el de la niña que se pone los tacones de mamá, pero el brillo de su personaje luce cuando la necesitan y como lucha contra sus miedos por las demás, por eso me quedo con la escena donde van a ver las estrellas con Hotaru.
La serie tiene más personajes, pero con ellas puedo explicar mi punto, la serie va de las etapas de la niñez, sobre los pequeños momentos en retrospectiva que forman el carácter y la concepción de una persona.
Es una serie calmada, tranquila, de humor bastante blanco y con un mensaje interesante, no dejo de detestar a los pequeños, pero con esta serie puedo descansar y relajarme, se la pondría a un niño pequeño y seguramente le aburriría, pero yo la disfrute, me encanto el tacto de una historia simple que se construye a partir de las experiencias de las niñas.
Al final creo que solo existe algo que pudo mejorar la serie, una mención a nuestro héroe el gran sabio, ganador de mil batallas, Kirito o Kirigaya "otorgarme tus hacks" Kazuto.
Por: Frank Rubio
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